grabo mis poemas porque no sé necesito romperlos
ordeno mi cuarto para estar ordenada en todos
todos los sentidos
y porque no me gusta ordenar y no me gusta
el desorden
de algunas horas adentro de mi cabeza que se vuelven
un maquinar enfermo, una conducta destructiva
despectiva hacia la vida misma yo
me como las uñas de la cabeza me como las uñas
de todas las manos de los sentimientos
y arden, cómo arden, los bordes colorados
el interior externalizado herido
sacado afuera a mordicones involuntarios
no personales pero sí, son parte de mí
son parte de una de mis personas
que me quiere matar y yo trato de ser
más bien otra cosa
buena
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