Soñé con Juan, tenía una casa caótica, una nena, una familia con abuelas, tías, problemas familiares, peleas cotidianas. Lo de siempre. Mala comunicación, la gente, las personas, esos mecanismos que conocemos de las películas, los libros, la vida, la tele. La casa era realmente enorme y muy chévere, tenía muchos pisos y partes y lugares. En un momento era medio íntimo. Juan me quería, el momento se sentía real. Como cuando decís ''no necesito más nada en este momento, este momento posee toda mi consciencia'' supongo que es lo que estuve buscando en la vida y fracasé, porque obvio, no se puede vivir con la consciencia llena de momento y nada más. O sí, pero hay que tener las cosas muy claras.
Después Juan se iba, nos distanciábamos, las cosas, las sensaciones, mutaban. Quizás me conformaba con menos. Los sueños son algo que hacemos para nosotros mismos a veces. Como cuando te extraño y sueño con vos y siento nervios, amor, mariposas en la panza, unos momentos de belleza suprema, pero al final te vas. Porque rompería mi corazón al despertarme si en el sueño te quedarass conmigo. Sí, los sueños, cosas que construímos para nosotros mismos. Para sobrevivir a la realidad, a que no seguimos juntos, a las peleas, a los amigos que extrañamos, a todo esto.
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