con un chonguito derivábamos re apurados x san isidro
de pronto un loco tajeando a machetazos los tobillos de su dama
y yo le digo al chonguito, viremos la dirección ya
huímos a escondernos atrás de una enredadera de cogllos gigante
yo contra la pared y de frente dulce el chonguito
inocente sin saberlo me protegía porque justo ante su espalda el loco del machete
sin quererlo sin saberlo
medio pasito para atrás
un cabezazo que le destruye la matriz
digo la nariz
y cae así nomás el malito
redondo al piso
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