Estaba viajando a matienzo a verme con C, nos debíamos una charla malaondera. Usaba unos zapatos de taco altísimos, yo nunca eso ese tipo de zapatos pero me quedaban re chetos.
En el bondi unos guachos me confrontaban. Yo los miraba a los ojos y les hablaba como rocha y se quedaban pillos.
Al llegar los pibes estaban en el lugar. Había malaonda y buenaonda a la vez. Bajaba y abajo estaba C. Me daba un abrazo, todo era incierto. Ya no tenía estos tacos altos, sino unos zapatitos bajos tipo derbys que me sentaban mucho mejor incluso. Más naturales.
Subíamos porque había parte superior e inferior. Nos tirábamos en unas camas. Chapábamos. Ya no estábamos en el lugar de antes, mi vieja y A estaban ahí al lado y nos pintaba la sensualidad pero la situación no era apropiada. Pero en realidad yo estaba enojada y gedida y quería que todo terminara con C.
Me iba a otra cama y me quedaba ahí y tenía ganas de hacerme una paja pero tocarme se sentía como gabardina. Me ponía seria.
Lentamente moría todo.
A me decía que estaba engripada y por levantar fiebre en su luna de miel.
Yo miraba a C a lo lejos y trataba de obtener una reflexión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario