domingo, febrero 26

Después aparezco en otro lugar extraño. Las otras dos Ulis no están. Son como galerías de un lugar y hay carteles, posters, no sé. Parece un taller de arte pero también una feria, también una fábrica, también una galería de arte.

No retengo demasiado de lo que pasa. Solamente que necesito comer y también cosas que no identifico. Pero siento la necesidad.

Aparece F, compañero de M. Nunca más vi a F. Nisiquiera lo tengo en facebook. Ahora me parece curioso porque el otro día NB me dijo que sólo sueña con sus compañeros de colegio y yo le dije que a mí eso nunca me pasaba. F cuenta como compañero de colegio. Quizás lo traje sólo para cumplir con un checklist.

F me encuentra y me dice vení vení, y todo el tiempo es corporalmente muy cálido y cómodo. Su piel parece extremadamente suave. Me lleva a su casa de pronto. Me da a entender que va a darme comida. De pronto me dice: Esta es Reyna y esta es Kenya, mis hijas. Yo no entiendo bien nada, me sorprendo de que tenga hijas. F tiene un poco pinta de hombre adulto profesional. Usa camisa y la tiene adentro del pantalón. Su cara es de jóven como cuando estaba en el secundario.

Las nenas se sientan una a cada lado mío y yo me siento rara. No lo felicité cuando me dijo que eran sus hijas. Por eso me angustio, porque pienso que a la gente hay que felicitarla cuando te dicen que tienen hijos pero que no quiero hacer más cosas por compromiso. Para ablandar la situación le digo a Kenya 'HOLA KENYAAA' mientras muevo la mano y todo se diluye.


Ellas tienen platos de plástico de princesa y comen pasta. La mujer de F cruza la escena y se mete en la pieza. Me pregunto si será linda. F es lindo. Bah. Tiene facha, qué sé yo. Me lo puedo imaginar con una novia hermosa y delicada.

F me tira un celular en la mesa. No uno nuevo, uno de esos polifónicos. Está medio descarcazado. Y me dice 'tomá'. Esa es mi comida. Las nenas se asombran pero yo las tranquilizo: es bueno comerse un celular cada tanto. Todos nos reimos de eso.

Yo empiezo a arrancarle partes y a masticarlas y comérmelas. La pantalla es lo más fácil. El celular está bastante crocante y no es difícil sacarle cachos con la mano, quebrarlos, y llevárselos a la boca.
Sin embargo, cuando trago se siente incorrecto. Siento que me va a caer pesado. Además me quedan muchos minicachitos en la boca y me molesta. Me siento un poco mal.

Aparece la mujer de F un segundo y la veo. Es linda pero distinta a como esperaba. Tiene rulitos y es pelirroja y tiene ojos verdes. Pero se nota que es una madre. F se me acerca y me agarra de los hombros. Las nenas se van a dormir. Él me hace masajes. Yo me siento medio rara. No entiendo si me quiere cojer y por qué no le molesta que esté la mujer enfrente.

La mujer se va a dormir. Se mete atrás de una cortina que resulta daba a la pieza de ellos.

Él me hace unos mimos y masajes raros. Me molesta que sea él pero en realidad los masajes y mimos me dan mucho placer en la piel, como cuando tomás mdma, mini escalofríos placenteros.

Me doy cuenta de que la idea es que garchemos los tres juntos. Igual me parece fuerte. Pienso que no me gusta cómo se comunicaron las cosas. Hubiera preferido una birra y charlarlo. Como con todo.

Decido que me voy y F no hace nada para impedirlo y me siento bien.

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