domingo, julio 8


estaba pensando algo sobre la binariedad
pero se me escapó
lo pensaba mientras hacía pis
y sentía
el frio ultrasuperficial en mis rodillas

tuve unos sueños rarísimos. principalmente porque estaba despierta y dormida.
mi cama es muy dura y ayer no elongué como debería. me desperté entre sueños a girar en la cama y sentí un tirón en los dorsales.

sobre escribir sobre el gimnasio pienso: quizás si puedo ubicar puntos de unión todo se normaliza, se vuelve más real, y por real me refiero a plausible. aunque no sé tan bien lo que esa palabra significa.

en el sueño estabas vos. eso es lo que pasa, en parte. toda la vida era un evento de la empresa donde trabajamos. no es la primera vez que sueño esto. la diferencia es que esta vez había más puntos de contacto con todos teniendo vidas personales.
había un partido. era de river. vos no sos de river. pero ibas a ir a verlo. lo comentabas con nuestros compañeros. que por momentos parecían también nuestros familiares, porque eran mejores que nuestros compañeros random de verdad.
también podíamos sentir todos que íbamos quizás juntos a la facultad, o al colegio.

vos estabas, como siempre
a - temporalmente con nosotros pero partirías
b - recién llegado
c - ocupado con otras cosas

ahora pienso en si hay o no algo de tu fugacidad que me enloquece.

las cosas no eran simplemente como una conferencia. también eran como una jodita electrónica. que duraba horas. vos estabas con nosotros de a ratos y de a ratos no, había muchos desconocidos en este espacio gigante que yo recorría como si fuera lo único que conociera, como si no pudiera irme a algún otro lugar.
vos sí podías. te ibas y volvías y tenías el partido ese de river. yo te texteaba, te decía que quería ir. pero nunca lo leías. después ya estabas ido. y yo estaba quedada. pero volverías y eso medaba ansias.

un compañero nuestro era literalmente kevin spacey.

en un momento yo manejaba una camioneta, o quizás era una camioneta. creo que era el paragolpes de una camioneta que me habían prestado. lo era y la manejaba, a la vez. venía por una calle de tierra bastante bien apelmazada que se abría circularmente de una ruta. venía bastante rápido y paraba en un pequeño páramo de cipreses y eucaliptos. ahí bajaba. interactuaba con personas pero no las miraba nunca a la cara. había un cobertizo. cargábamos algo en la camioneta. eso me calmaba.



No hay comentarios:

Publicar un comentario