domingo, octubre 21

tuve un sueño terrible.
estábamos en la meetup. pero al final se convertía en algo así como un casamiento.
estaba con vos.
éramos un núcleo resistente como siempre.

pero de pronto las cosas se rompían. cuando llegábamos a comer yo festejaba porque había fruta y Paul pensaba que decía que quería sacarme una foto. nos amuchaba en una ventana y tomaba la selfi. yo miraba al sol. ahí todo empezaba a degenerarse.

intentaba insistir con el tema de la fruta. pero no prendía. a nadie más le emocionaba la guayaba ni el mango. nisiquiera la papaya.
vos caminabas alejándote de todo esto como si no fueras a comer. yo te decía ei Chu. y vos me decías sí pero pasa que pero esto lo otro. te ibas. yo empezaba a agarrar comida porque tenía hambre pero a la vez quería hacerlo rápido para sentarme con vos y estar cerca tuyo.

no funcionaba porque nisiquiera podía agarrar la comida. por el sol de la foto los ojos me habían quedado encandilados. no podía entender nada de lo que veía. cada vez que me servía algo en el plato que había agarrado, se convertía en otra cosa o bien lo apoyaba un segundo en la mesa larga que esbozaba todos los platos y alguien de la organización del evento se lo llevaba. nunca me escuchaban. nunca me veían. yo necesitaba apoyar un segundo el plato para poder frotarme los ojos enceguecidos. no podía hacer foco en nada.

finalmente pido ayuda y la gente sabe que estoy ciega, se compadece, pero no pasa más nada. me despierto a las 7 am en casa, la luz entra por la ventana que dejé abierta sin persiana ni postigo. me duelen los ojos pero sobretodo tengo una migraña tremenda con fotofobia y todo. me retuerzo en la cama e intento dormir. sigo soñando que no veo y cada vez lo que veo es más luz y puntadas en los ojos. me despierto otra vez y me tomo un ibuprofeno. me cuesta caminar hasta el baño, todo me da vueltas. no escabié anoche. vuelvo a la cama. me duermo.


estamos en un casamiento, esta vez sí, todos juntos. vos te sentás con tu pareja al lado y al otro lado yo. pero las distancias son distintas. ustedes dos están cercanos, ella te interpela, te dice cosas, te acerca, te abraza. vos estás junto a ella y después un espacio vacío de la mesa. después vengo yo. yo no puedo intervenir ni participar en nada de eso. pero las charlas que tienen me parecen aburridísimas. no te dice nada divertido. no te hace un chiste.

en un momento me mira y se rie. y te abraza. y se sienta encima tuyo. y mientras la sostenés te dice cosas al oído. y yo siento que no le molesta que esté. yo no soy una amenaza para ella. se levanta de encima tuyo. vos me abrazás, como un amigo. aproyás apenas un brazo en mi hombro. yo me pongo contenta. ella se pone contenta. algo no tiene sentido. les pregunto si está todo bien, ella me mira a los ojos, sonríe plena, me dice: 'sí, lo que nosotros tenemos es más fuerte que cualquier cosa, es increíble lo que conseguimos juntos'

miro alrededor buscando algo que me salve. doy vueltas y me pierdo, estoy en un shopping, las cosas no tienen sentido. vuelvo al salón pero mi mesa está en otra parte, como separada de las del resto. pregunto por qué. me dicen 'esa es la mesa de los grammys, deberías estar contenta' miro la mesa y no tiene nada especial. me cuesta creer que algo relacionado con los grammys pasó en esa mesa. camino. busco un pequeño lugar luminoso donde permanecer. lo cruzo a maxi. maxi me dice 'podemos comer helado o croissants' yo veo su buena voluntad de ayudarme a encontrar algo más lindo y más rico que vos en esa fiesta.

los vuelvo a encontrar, en la mesa original. falta poco para la hora de bailar. pensaba que a esa hora iba a poder pasar algo entre vos y yo. ese era mi momento. la hora de bailar. pero después de las cosas que me dijo tu pareja la hora de bailar se desvanecía como cosa interesante. yo entendía algo: vos no eras vos. el vos que eras conmigo no es el vos que estaba ahí aceptando esa velada sin chistes demasiado buenos. yo entendía algo. vos resignabas muchas cosas por ella. por ejemplo, a mí. yo pensaba cómo este chico puede resignar todas estas cosas por ella? después entendí que quizás querías ser el chico que eras con ella antes del chico que podrías ser conmigo. quizás te leí mal todos estos meses.

miraba para abajo y el piso se movía como un río de agua que corre debajo de mi silla de casamiento. miro las zapatillas de tu novia. qué sé yo, están bien. tenemos criterios estéticos distintos. eso me alivia. te miro de nuevo. intento convertirte con la mirada en un chico que quiere descubrir todas las cosas conmigo. en un aventurero. no pasa nada.

alguien aparece preocupado diciendo que hace falta llevar un cargamento por la ruta hasta el otro lado de la montaña. nunca manejé en este país, pienso. no tengo nada que perder, no tengo nada en este casamiento. le digo que yo llevo el cargamento. me dice que el camión es de 1960 y que puede ser dificil de manejar. me dice que la ruta es sinuosa y que sube y baja, que tengo que pasar bien los cambios para que traccione, que tengo que estar atenta para no quedarme en el camino. que puede tomarme semanas volver. que algunas personas fueron al otro lado de la montaña y no volvieron nunca. acepto el trabajo.

te veo a lo lejos abrazándola mirando la nada en ese casamiento protocolar que no le importó a nadie. busco tu mirada a lo lejos, para despedirme. tengo esperanzas de que te enorgullezcas de mí. de que acepto cualquier trabajo y no le tengo miedo a que las horas sean dificiles. de que soy fuerte y temeraria y que ya pude sola todo este camino, de que me encargo de todo en mi casa. pero vos no mirás. y yo el trabajo no lo hago para ganar puntos de heroísmo. nunca manejé un camión, nunca manejé de hecho. pero tengo internet en el teléfono y ganas de encontrar un desafío más grande que tener que ser tu amiga. así que salgo a un patio y miro el cielo. y mirando al cielo te saludo, si algún día sos un chico aventurero vas a mirar al cielo. y ahí vas a entender que me hubiera gustado explicarte a dónde me fui y por qué. ya está mi despedida.

el camión es pesado y tosco en serio. la palanca de cambios no tiene sentido. es como endeble y no se entiende para qué lado quedan los cambios, es imposible saber qué cambio estás intentando poner salvo por los ruidos. las subidas parecen eternas y por momentos siento que una ola atrás mío me viene a comer y a succionarme en sentido contrario a mi voluntad. siento que vamos en reversa por la gravedad y lo empinado. no tengo idea qué llevo. creo que son pendrives con planes para el futuro. respiro hondo. intento pasar el cambio y acelerar. las montañas son hermosas y temibles. me pregunto cuánta gente tendrá el privilegio de sentir cosas tan fuertes como yo. mantengo el acelerador apretado. pienso en las charlas que podríamos tener. pienso en que no existe dios. pienso en que vos lo sabés, y yo lo sé. entiendo que algunas cosas ya pasaron. miro de nuevo las estrellas.

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