miércoles, septiembre 25

Soñé que mi habitación se llenaba de agua, como una pileta. Entonces mi papá decidía reconstruir una imágen de chicos que consistía en un barco entre las olas donde estábamos tirados. Parte del agua se ponía roja y no sabíamos si era peligro o una ilusión visual, una belleza del mar tan potente y hermoso.
Mi papá lo construía y lo construía.
Yo estaba en clase de 3d y tenía el modelo del barco. Lo giraba y lo ponía de distintas maneras en un mar quieto, holográfico, inmóvil. En el modelo estábamos mi hermano y yo dentro del barco. Los profesores de 3d eran otros a los que tengo.
Abría el UV del barco y era curioso pero lógico. Todas las partes representadas desde la top view. El barco abierto como una bandeja con partes y partes y todo era perfecto y hermoso.

De nuevo en casa el barco estaba terminado, me metía en él pero era demasiado pequeño. En mi habitación, sola, apretaba algo, como con la mente o las manos o miraba todo por fuera. La letra R me ofrecía manejadores y yo los usaba. Escalaba el barco lo suficiente como para caber en él. El barco real. El barco que había hecho mi viejo. Sin embargo el material se veía un poco más endeble escalado. Igual lo escalaba más y más y finalmente era un barco de tamaño copado pero el agua de mi cuarto se había ido, y yo pensaba, si llenarlo o no de agua con una manguera. Si es que es este cuarto, esta mente, un mar que deba navegar.

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