viernes, septiembre 20

Soñé que tenía que pasear a toda una gente en auto y también tenía bici y también había perdido el DNI y el registro que quizás después pensaba, nunca lo tuve. Entonces esperábamos a una rubia que se arreglaba, señora, para alcanzarla a Banfield así como alcanzábamos a tantas personas. Pero llovía y se inundaba la escalera, toda pareja, aunque sea imposible, el agua debería bajar y sin embargo se mantenía por toda la escalera a la misma altura. La escalera de casa atiborrada de cosas, mi piloto, otros demases, de todos, no sólo míos. Bajábamos a buscar algo con PSB y el pisar el agua de lluvia nos daba gusto amargo, muy amargo en la boca. Me despertó la saliva que intentaba expulsar de mis labios y cómo podía soñar con un gusto tan tan ácido tan tan dañino tan tan amargo.



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